La 79ª Asamblea General de la ONU runió a líderes internacionales para aprobar una declaración política que se compromete a reducir las muertes humanas relacionadas con la resistencia a los antimicrobianos en un 10% para 2030.
La ministra de Sanidad, Mónica García, reconoció la labor del PRAN y defendió la importancia de los planes nacionales One Health para abordar la resistencia a los antimicrobianos, asociada a 4,95 millones de muertes cada año.
El cuatripartito (OMS, OMSA, FAO, PNUMA) participó activamente en la reunión, destacando la cooperación interinstitucional.
Los líderes mundiales se reunieron en el Encuentro de Alto Nivel sobre Resistencias Antimicrobianas, celebrado durante la 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), para aprobar una declaración política y comprometerse con un conjunto claro de objetivos y acciones. En esta declaración se incluye la reducción, antes de 2030, de un 10 por ciento de los 4,95 millones de muertes humanas anual que se estiman asociadas con la resistencia a los antibióticos (RAM).
El cuatripartito, integrado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (conocida como FAO por sus siglas en inglés) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), estuvo presente en esta asamblea de alto nivel donde se abordó, entre otras cosas, el objetivo de reducir las muertes humanas por RAM en un 10 por ciento para 2030.
Esta reunión contó con la participación de la ministra de Sanidad, Mónica García, acompañada como parte de la delegación técnica por el coordinador del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), Antonio López. Durante el evento, la ministra puso de manifiesto la importancia de implementar planes nacionales One Health.
El Cuatripartito felicitó estos discursos que han reconocido la necesidad de realizar esfuerzos globales, regionales y nacionales para abordar la RAM mediante una estrategia de “Una Sola Salud”, demostrando que la salud de las personas, los animales, las plantas y el medioambiente en general, incluidos los ecosistemas, están estrechamente vinculados y son interdependientes.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que “la resistencia a los antimicrobianos se ha convertido, sin lugar a dudas, en uno de los desafíos de salud más apremiantes de nuestro tiempo. La declaración de hoy incluye compromisos vitales que, si se traducen en acciones, ayudarán a rastrear la resistencia a los antimicrobianos, frenarla, ampliar el acceso a medicamentos antimicrobianos como los antibióticos y estimular el desarrollo de otros nuevos”.
Objetivos para 2030
En salud humana, la declaración estableció que al menos el 70 por ciento de los antibióticos utilizados para la salud humana a nivel mundial perteneciese al grupo de antibióticos de acceso de la OMS con efectos secundarios relativamente mínimos y un menor potencial de causar resistencia a los antimicrobianos. Además, incluyó otros objetivos en torno a la prevención y el control de infecciones (IPC), como conseguir que el 100% de los países tengan servicios básicos de agua, saneamiento, higiene y gestión de desechos en todos los centros de atención médica y para 2030.
En sanidad animal, destacó la intervención de Emmanuelle Soubeyran, directora general de la OMSA, quien indicó que "La priorización de medidas preventivas contra enfermedades infecciosas en animales es de suma importancia. Es por eso que la OMSA continuará ayudando a los países desarrollando estándares y directrices, evaluando marcos de políticas para la prescripción de antimicrobianos y apoyando la implementación de programas de bioseguridad y vacunación en enfermedades prioritarias que pueden ayudar a reducir la necesidad de antimicrobianos, entre otras medidas”.
En el área medioambiental, la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, remarcó que “cada vez hay más pruebas de que el medio ambiente desempeña un papel importante en el desarrollo, la propagación y la transmisión de la resistencia a los antimicrobianos, incluida la transmisión entre humanos y de animales a humanos. El PNUMA seguirá estando a la vanguardia de los esfuerzos para reducir la carga de la RAM en las sociedades y abordar la triple crisis planetaria".
Durante las sesiones, también se señaló el compromiso de invertir en acciones que faciliten el acceso equitativo y el uso apropiado de los antimicrobianos. Por otra parte, la declaración alentó a los países a informar datos de vigilancia de calidad sobre la resistencia a los antimicrobianos y el uso de antimicrobianos para 2030, utilizando los sistemas globales existentes, como el Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia y el Uso de Antimicrobianos (GLASS), la Base de Datos Mundial para el Uso de Antimicrobianos en Animales (ANIMUSE) de la OMSA y el Monitoreo Internacional de la Resistencia a los Antimicrobianos de la FAO (InFARM). Además, exige que el 95% de los países informen anualmente sobre la implementación de sus planes de acción nacionales contra la RAM a través de la Encuesta de autoevaluación nacional de seguimiento de la RAM (TrACSS).
Plan de Acción Mundial para 2026
La declaración solicitó a las organizaciones cuatripartitas, junto con los países, que actualicen el Plan de Acción Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos para 2026, de modo que garantice una respuesta multisectorial sólida e inclusiva, a través de un enfoque One Health.
Por otro lado, la declaración reconoció las críticas constructivas de los mecanismos globales de gobernanza de la RAM, incluido el Grupo de Líderes Globales y la Plataforma AMR Multi-Stakeholder Partnership, comprometiéndose a fortalecer esta última, entre otros, para facilitar el intercambio multisectorial de experiencias y la mejora de la práctica y de la evaluación de Progresos de los Estados Miembro en la implementación de planes de acción nacionales multisectoriales sobre la RAM.
Por último, se enfatizaron aspectos clave como la importancia del acceso a medicamentos, tratamientos y diagnósticos, además de pedir incentivos y mecanismos de financiación para impulsar la investigación, la innovación y el desarrollo multisectorial en salud. En este sentido, se dio relevancia a la necesidad de establecer una asociación más sólida y transparente entre los sectores público y privado, así como en el mundo académico.